En 1975, Beverly (Bebe) Brown tenía 25 años, y sus hermanas Heather, Laurie y Mimi, 23, 21 y 15. Aquel año, Nicholas Nixon, el marido de Bebe, les hizo una foto con motivo de una reunión familiar. A todos les gustó. El año siguiente volvieron a juntarse para celebrar la graduación de Laurie, y Nixon hizo una nueva foto. Entonces se le ocurrió convertir aquel comienzo en una serie, y lo que empezó siendo una foto de familia se transformó en un proyecto artístico que ha dado la vuelta al mundo.
Con diferentes paisajes como fondo -casi siempre, en Massachussets-, las hermanas Brown posan cada año en el mismo orden: de izquierda a derecha, Heather, Mimi, Bebe y Laurie. En 1975, son cuatro mujeres jóvenes y bellas; en 2009 cuatro mujeres hermosas y maduras. A lo largo de más de treinta años se citan cada verano y miran a la cámara de Nixon; en realidad, sólo Bebe fija sus ojos siempre en su marido. Ellas eligen la ropa y la pose. Nunca sonríen abiertamente -«Creo que porque yo soy feo», bromeó el fotógrafo- y sus miradas hablan y callan a partes iguales.
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